Hay lugares que en verano se transforman. Lugares que cambian con la llegada del calor, que se llenan de vida por unos meses y luego vuelven a dormirse. Sitges no es uno de ellos. Sitges es diferente. Aquí, el verano no llega para cambiarlo todo: llega para reafirmar lo que Sitges ya es durante todo el año. Belleza, estilo, mar, arquitectura, luz… todo se intensifica en la estación más esperada. Y si...